El elenco de Núñez dominó con enorme claridad al Granate y lo derrotó 84-58.
Un traspié en el camino lo corrió de un sendero sumamente positivo. Luego de padecer esa primera derrota en el Torneo Clausura, Obras se recuperó rápidamente y funcionó a pleno en lo colectivo, con una lluvia de triples, para subyugar a Lanús con un contundente 84-58, como visitante.
El conjunto de Núñez se rehabilitó de la caída ante Unión Florida y engordó su récord a 5-1 para mantenerse en el segundo puesto de la Conferencia Sur, solo por detrás de Ferro (5-0). Por su parte, el Granate encadenó la sexta derrota consecutiva en la competencia y permanece en el último puesto.
Las Rockeras sonaron afiladas, con un entramado aceitado, desde el segundo cuarto, para vivenciar una noche con altísima efectividad desde tercera dimensión (12/25), además de disfrutar del goleo repartido, que se plasmó en que las doce jugadoras aportaron puntos. Y como si fuese poco, la escuadra de Núñez gozó del debut de Florencia Chagas.
En el aspecto individual, el Aurinegro dispuso de una actuación integral de Valeria Fernández, con 13 puntos, 8 asistencias, 5 recuperos y 3 rebotes; bien secundada por Dagmar Henstchel con 14 unidades (4/4 en triples). En el rincón perdedor se destacó Camila Peri con 8 unidades, 8 rebotes y 3 recuperos.
La noche extremadamente calurosa se activó con un trámite parejo, aunque con una supremacía del visitante que tomó las riendas 12-4, a los 4 minutos. El Grana experimentó su mejor momento ofensivo del juego con López (7) como usina y pudo cerrar el primer acto abajo 23-19, a pesar del 3/7 del rival en tercera dimensión.
En el segundo capítulo se produjo un quiebre en la dinámica, dado que Obras saltó con un pasaje furioso de 20-6, en los primeros 6 minutos, motorizado en las bombas (5) y con un ingreso muy productivo de Henstchel (8 puntos), para escaparse 43-25. El equipo visitante asaltó el control absoluto, con una prestación de la bola (7 asistencias) y un poder asesino en ataque (11/14 de tiros de campo), por eso se retiró a entretiempo con una ganancia profunda 50-30.
Tras las charlas en vestuarios la tendencia se maximizó porque el Aurinegro no aminoró su marcha, por el contrario asestó un pasaje 13-3 para marcar una renta honda de 63-33, a falta de 4:40 minutos. Las locales intentaron una reacción, pero no encontraron dispositivos para frenar la performance atildada del oponente, por eso el segmento se terminó 69-44.
En el último episodio se respiró en el aire la sensación de un sobreesfuerzo de Lanús para recortar distancias, con una apuesta a una zona con ajustes para procurar trabar a Obras. Más allá de esa enjundia del anfitrión, Obras no detuvo su andamiaje y pudo repartir minutos y acciones de todo su plantel.
Informe y fotos: Prensa Lanús
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