El camerunés tuvo una actuación absolutamente dominante y guió a su equipo a la victoria por 132-103. Los locales dieron demasiadas ventajas defensivas y quedaron en un pozo del que ningún equipo ha salido en la historia de los Playoffs NBA
Por :J.Estevez
Lejos de cambiar el trámite al mudarnos de localía, los Philadelphia 76ers se presentaron en la capital estadounidense y dominaron de punta a punta a los Washington Wizards, imponiéndose por 132-103 y dejando el cruce 3-0 en su favor. Ambos equipos volverán a verse las caras el día lunes, donde los dirigidos por Doc Rivers tendrán la primera de cuatro (de ser necesarias) oportunidades para llevarse el cruce y avanzar a las Semis del Este.
A continuación, repasamos las observaciones más importantes que nos dejó el encuentro.
La historia del encuentro pasó por el dominio absoluto de Joel Embiid en el juego interior. El camerunés tuvo un partido magnífico, demoliendo a los diferentes hombres grandes de los Wizards, quienes apostaron por marcarlo individualmente durante la mayor parte de la noche, sin ningún tipo de resultado. Embiid se manejó a placer en la pintura, pero también castigó desde el perímetro, terminando con 36 puntos (tope de su carrera en Playoffs), 8 rebotes, 3 robos, 2 asistencias, 1 tapa, un 14-18 de cancha y un 3-4 en triples... ¡y todo en 27:54 minutos de acción!
El dominio ofensivo de los Sixers no solo pasó por Embiid, sino que también apareció una enorme eficacia de sus tiradores. Los de Rivers cerraron con un 17 de 33 en triples, liderados por el 5-9 que convirtió Danny Green (15 puntos).
Muchos méritos recaen en el ataque de Philadelphia, pero también hay que marcar que el esfuerzo defensivo de los Wizards fue mínimo. Desconcentraciones, errores en las rotaciones, decisiones cuestionables desde lo táctico, poco juego físico... un fin, abrieron la puerta de par en par para que los Sixers tengan una noche como la que tuvieron.
Tobias Harris sigue dando respuestas positivas en el ganador: 20 puntos, 13 rebotes, 5 asistencias y 8-14 de cancha. También fue muy bueno lo de Ben Simmons, marcando el ritmo desde el primer cuarto con su juego en transición y terminando con 14 puntos, 9 asistencias y un 7-10 de cancha. ¿El detalle con Simmons? Falló tres libres y ahora lleva un 0-9 desde la línea en la serie.
Los Sixers finalizaron con nada menos que un 59% de campo.
En los Wizards hubo buenas tareas anotadoras de sus figuras, con 26 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias para Russell Westbrook y 25 tantos para Bradley Beal, aunque con un irregular 10-26 de cancha. De todas maneras, ambos entran dentro del escenario de liviandad defensiva y no le escapan a la enorme autocrítica que debe hacer Washington. Jugar con dicha intensidad un Partido 3 en casa, con la serie 0-2 en contra, es preocupante desde la reacción anímica del equipo. Veremos si venden más cara su derrota el lunes o si incluso logran forzar un Partido 5 en Philadelphia.
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