En un partido que empezó sumamente adverso pero que lograron remontar en la segunda mitad con un enorme trabajo defensivo, los New York Knicks se impusieron por 101-92 sobre los Atlanta Hawks e igualaron la serie en 1-1. Derrick Rose fue la figura del ganador con 26 puntos, mientras que en la visita no alcanzaron los 30 tantos y 7 asistencias de Trae Young. El viernes tendremos Partido 3 en Atlanta.
A continuación, repasamos las observaciones más importantes que nos dejó el encuentro.
Una victoria clásica de los Knicks, con un comienzo lento en el que estuvieron por debajo del 30% de cancha durante buena parte del primer tiempo, para terminar remontando en la segunda mitad de la mano del aporte revulsivo de su segunda unidad y sobre todo, un trabajo defensivo extraordinario. Atlanta ayudó errando varios lanzamientos abiertos, pero igualmente es para destacar que New York haya dejado a los Hawks en apenas 35 puntos durante los segundos 24 minutos. 18 tantos permitidos en el tercero y 17 en el último. Fue así que lograron remontar el -13 del entretiempo.
Dentro de esa segunda unidad revulsiva, lo de Derrick Rose fue absolutamente decisivo: 26 puntos, para liderar el ataque del ganador. Tampoco se puede dejar de lado el aporte de Taj Gibson (+23 en 30 minutos), Alec Burks (11 puntos y 8 rebotes) u Obi Toppin (8 puntos en 12 minutos). El banco de los Knicks gana partidos.
Otro nombre clave: Reggie Bullock. El tirador anotó 15 puntos y tuvo varias conversiones claves en el último cuarto, para destrabar la historia en favor de su equipo.
Dichas tareas ayudaron a compensar actuaciones flojas de los dos referentes anotadores principales de los Knicks: 5-16 de cancha para Julius Randle (15 puntos, 12 rebotes) y 5-14 para RJ Barrett (13 puntos, 8 rebotes). De todas maneras, lo de Randle fue clave en la segunda mitad, dejando atrás un comienzo para el olvido (0-6 de campo) y anotando 13 de sus 15 puntos, con un mucho más sólido 5-10 de campo.
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